El potencial económico, empresarial y social de Extremadura si incrementa su apuesta por la eficiencia energética

La Transición Energética es uno de los pilares fundamentales para superar la difícil situación económica, social y sanitaria provocada por la crisis del Coronavirus. Así lo ha entendido la Unión Europea al incluirla como una de las líneas estratégicas para el reparto de los Fondos de Recuperación, los llamados Next Generation EU, con una previsión de financiación para España que supera los 140.000 millones de euros. El objetivo europeo es avanzar en una economía descarbonizada, en un modelo más sostenible y verde, en el que el uso de la energía sea más equilibrado y racional.

Y uno de los activos más importantes para acelerar esta transición, que va a suponer un extraordinario cambio económico y social, es la eficiencia energética. Por ello, con motivo de la celebración hoy de su Día Mundial, el Cluster de la Energía de Extremadura quiere subrayar “el potencial de desarrollo económico, de actividad empresarial, de sostenibilidad, ahorro y cambio de modelo productivo que supondrá para la región incrementar las políticas encaminadas a este fin y la concienciación ciudadana de un uso responsable en el consumo de energía”.

En este sentido, Vicente Sánchez, presidente del Cluster, asociación que aglutina tanto a las pymes del sector energético de Extremadura como a las grandes corporaciones que operan en la comunidad, ha remarcado que trabajar para lograr avances significativos en eficiencia energética es hacerlo “tanto en la pequeña escala, en la de los ciudadanos, en la de su concienciación e implicación, en lo que pueden hacer en el día a día, como en la escala de los grandes proyectos y las grandes líneas políticas”.

Todos podemos contribuir

Así, pues, Sánchez incide en que la extensión de las energías renovables y las mejoras tecnológicas que van incorporando, especialmente la energía fotovoltaica, son esenciales para darle un verdadero espaldarazo al autoconsumo, más aún con la reciente aprobación normativa del autoconsumo compartido.

En este campo, Extremadura tiene un extraordinario potencial de desarrollo y crecimiento, que beneficiará tanto a los consumidores finales como al tejido empresarial del sector energético. Por ejemplo, para una comunidad o unidad inmobiliaria en el que vivan 100 vecinos, con una instalación de unos 30 Kw, la proyección de ahorro para 25 años si situará alrededor de los 450.000 euros, con una diminución de costes individuales de 4.500 euros.

De ahí que, si se produjese una expansión notable del autoconsumo, a la par que una mejora en las infraestructuras de almacenamiento y baterías, se alcanzarían ahorros muy relevantes para la economía extremeña de hasta 300 millones de euros para un periodo temporal de 25 años.

Para el presidente del Cluster de la Energía, “apostar por este modelo cada vez más eficiente supondría en la práctica un gran impulso para la Economía Circular, por fortalecer un tejido productivo moderno, y que reinvierta estos ahorros de consumo en el desarrollo de nuestra propia tierra. Con lo que ello supone de generación de actividad y empleo”.

Impulso a la Economía Circular

De hecho, resulta paradójico por contraste, sobre todo teniendo en cuenta la incidencia solar de ambas zonas, que en el Reino Unido ya haya 1.000.000 de unidades inmobiliarias con autoconsumo, mientras que en España tan solo hay 10.000.

Junto a las medidas e iniciativas a escala social y ciudadana, el Cluster de la Energía de Extremadura también remarca el importante y decisivo papel que juegan los grandes proyectos de energías renovables, de biocombustible o de producción de hidrógeno verde que ya se están en funcionamiento en Extremadura, y los que se encuentran en fase de previsión y estudio.

Gracias a los avances técnicos que se han producido en el desarrollo de energías limpias en las últimas décadas se está produciendo un salto muy relevante en eficiencia energética a gran escala.

Un ejemplo esclarecedor a este respecto fue lo que ocurrió el pasado 8 de enero, cuando el consumo energético nacional superó los 41.000 Mwh de electricidad, a causa de la ola de frío. Consumo que fue cubierto en su mayor parte por producción renovable, algo que no hubiera sido posible unos años antes.

De modo que cuanto mayor avance se produce en eficiencia, menor consumo energético es necesario para incrementar la actividad económica y, por tanto, para el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de los países. Un menor gasto en consumo de energía permitirá reservar inversiones para áreas y actividades más innovadoras y productivas.